Pues esta semana recibimos uno con un problema poco común para un vehículo relativamente nuevo como éste: el volante estaba demasiado duro para un vehículo en el cual la dirección es 100% eléctrica.
En un vehículo tan nuevo como éste el primer paso es colocar el diagnóstico (escáner) y analizar los códigos de avería almacenados en cada módulo.
En este caso nos encontramos un código muy claro y marcado en la parte eléctrica de la cremallera la cual nos indicaba que se debía reemplazar la cremallera en su totalidad.
Procedimos a desmontar la caja de dirección (cremallera) y separar la parte eléctrica de la parte mecánica, y nos encontramos con algo super curioso y a la vez inexplicable: había residuos de agua en la parte interna (ver las fotografías), dañando la parte eléctrica por un corto circuito entre componentes debido a la conducción eléctrica del agua.
Reparamos los componentes eléctricos dañados, volvemos a armar e instalar y la dirección queda en perfectas condiciones. Logramos rescatar una pieza de un costo bastante elevado y así ayudar a nuestro cliente.